Cinco Días (22.10.2018) Las pensiones siempre han sido el gran problema financiero del futuro en España. Desde que en 1985 se hizo la primera reforma seria del sistema de la Seguridad Social para prohibir la compra de prestaciones y tratar de garantizar que nadie se llevase lo que no había puesto, el futuro se ha ido retrasando con sucesivos parches, pero ahora se ha echado encima y no bastan los milagros de sor Virginia. Se precisa una reforma integral del sistema de protección a la vejez para que el futuro, cuando llegue, sea el jardín de las delicias y no un conflicto continuo.