ultimahora (19.02.2019) Con un índice del 71%, se lidera el ránking entre economías emergentes de ingreso mediano alto. La falta de protección social para trabajadores se mantiene entre las principales preocupaciones.
Paraguay se ubica este año entre los países con el mayor nivel de empleo informal entre las economías de ingreso mediano alto, al presentar una tasa del 71% en este indicador. Esto revela el Banco Mundial (BM), a través de su informe sobre el desarrollo mundial 2019, denominado La naturaleza cambiante del trabajo.
El BM destaca en el mencionado reporte que la informalidad persiste en la mayoría de las economías emergentes a un nivel elevado durante los últimos veinte años, a pesar de las mejoras en las regulaciones. En el grupo de Paraguay, el promedio de incidencia del empleo informal se atribuye a Turquía, que tiene una tasa del 46% (ver infografía).
A nivel mundial, la mayor presencia de la informalidad en el mercado laboral se observa en el grupo de países de ingreso bajo, específicamente en Nepal, donde esta problemática alcanza al 98% de los casos. En la región de Latinoamérica, Brasil muestra una presencia del 36% del empleo informal, mientras que en México la incidencia llega al 57%.
El BM reconoce que en varios países en desarrollo “un gran número de trabajadores todavía realiza trabajos de baja productividad, a menudo en empresas del sector informal que tienen escaso acceso a la tecnología”.
Además, considera sorprendente al hecho de que la informalidad se haya mantenido estable a pesar del crecimiento económico o de naturaleza cambiante del trabajo.
“La informalidad y la falta de protección social para los trabajadores son aún los motivos de preocupación más acuciantes para las economías emergentes”, agrega la entidad.
El organismo multilateral advierte que son cada vez más obsoletas las disposiciones de protección social tradicionales basadas en empleos con salarios estables, definiciones claras de lo que es un empleador y un empleado, y un momento fijo para jubilarse. “En los países en desarrollo, donde la informalidad es la norma, este modelo ha sido en gran medida una aspiración”, admite.
El estudio sugiere que la seguridad social no debe depender enteramente de tener un empleo formal asalariado y que debe complementar al gasto en asistencia social. Explica que el objetivo de este enfoque consiste en ampliar la cobertura, al tiempo que pretende dar prioridad a los más pobres.
“A medida que las personas estén más protegidas gracias a una mejor asistencia social y seguridad social, la regulación laboral podría reajustarse (cuando sea pertinente), con el objeto de facilitar las transiciones laborales”, concluye el informe.
Innovaciones globales. Las tendencias actuales en los negocios están marcadas por los modelos impulsados por las empresas basadas en plataformas digitales, que están evolucionando desde su condición de empresas emergentes a nivel local a gigantes mundiales, recalca el BM. “La naturaleza virtual de los activos productivos limita la capacidad de los gobiernos para recaudar ingresos”, asevera la entidad, entre otros desafíos para la regulación.
Bajo resultado en capital humano
Paraguay cuenta con las peores condiciones de capital humano en Sudamérica, según el índice difundido por el Banco Mundial. Si bien el estudio no incluye a Bolivia ni a Venezuela, el país está lejos de los vecinos Brasil y Argentina, al presentar una posición global de 90, frente a los puestos 81 y 63 que obtuvieron las otras dos naciones citadas (ver infografía).
El índice en cuestión mide la cantidad de capital humano que un niño nacido en 2018 puede esperar conseguir para cuando termine la enseñanza secundaria, teniendo en cuenta los riesgos de mala salud y educación deficiente existentes ese mismo año en el país donde nació.
“Mide la productividad de la próxima generación de trabajadores respecto de un punto de referencia de plena salud y educación completa”, explica el BM, e insta a avanzar en estos indicadores.