Costa Rica enfrenta el reto de facilitar acceso al empleo para los refugiados

Submitted by fabbri on
Body

W Radio (23.11.2017) Altos índices de desempleo y empleo informal son dos de los grandes problemas que enfrentan los refugiados para lograr una efectiva integración social y económica en Costa Rica, el segundo país de mayor acogida de esta población en América Latina. Datos facilitados por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) indican que el 25 % de los refugiados en Costa Rica se encuentra desempleado y que el 20 % de los que trabajan lo hacen en el sector informal.

Regions / Country
Document Type

Tags

Old_Global Challenges
Description/integral text (Internal-not for publishing)

Altos índices de desempleo y empleo informal son dos de los grandes problemas que enfrentan los refugiados para lograr una efectiva integración social y económica en Costa Rica, el segundo país de mayor acogida de esta población en América Latina.

Datos facilitados por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) indican que el 25 % de los refugiados en Costa Rica se encuentra desempleado y que el 20 % de los que trabajan lo hacen en el sector informal.

El oficial de Soluciones Duraderas en ACNUR Costa Rica, Miguel Urbano, dijo a Efe que el Gobierno ha hecho un trabajo "ejemplar" para promover una integración social y económica de los refugiados, pero que aún existen obstáculos.

Por ejemplo, explicó que entre las empresas hay un desconocimiento de lo que significa la situación jurídica de refugiado, hay problemas para la convalidación de estudios, especialmente universitarios, así como asuntos relacionados a la formación.

En Costa Rica viven al menos 4.500 refugiados y hay 6.500 solicitantes, lo que hace a este país el primero de Centroamérica y el segundo de América Latina después de Ecuador, según las cifras del ACNUR.

En la actualidad, Costa Rica enfrenta el desafío de integrar a estas personas, cuyo número ha venido creciendo en los últimos años debido a la violencia en el Triángulo Norte de Centroamérica (Guatemala, Honduras y El Salvador) y la situación política, social y económica de Venezuela.

"Hay un cambio en la tendencia. Históricamente era Colombia el mayor emisor de refugiados a Costa Rica por su conflicto interno; a partir del 2014 empiezan a llegar más personas del norte de Centroamérica y en 2016 se produce un incremento exponencial de venezolanos", detalló Urbano.

En el último año el 47 % de solicitantes de refugio en Costa Rica son venezolanos, el 38 % salvadoreños, el 13 % colombianos, el 4 % hondureños y el 3 % cubanos, entre otros.

Los venezolanos aducen problemas políticos, de acceso a alimentos y medicamentos, mientras los salvadoreños y hondureños justifican su solicitud, principalmente, en amenazas contra la vida, ya sea por pandillas o por realizar alguna labor de activismo.

Para enfrentar el reto de garantizar la integración laboral de los refugiados, ACNUR, el Gobierno costarricense, la Cámara de Comercio, la Cámara de Industrias y la Cámara de Comercio Diversa lanzarán la campaña "Vivir la Integración".

Esta iniciativa busca abrir oportunidades de empleo y de formación técnica a los refugiados y concienciar a la población y empresas sobre la situación de estas personas.

Las empresas que participen en este programa, ya sea dando empleo o capacitando, recibirán una especie de sello de calidad por parte del Gobierno y el ACNUR.

"Queremos posicionarlo como el programa de refugiados en Costa Rica. El sello vivir la integración pretende reconocer el compromiso del sector privado en medida de que puedan ligar la calidad, la aplicación de los derechos humanos y compromisos voluntarios", comentó Urbano.

Estas buenas prácticas de integración económica buscan que el refugiado pueda acceder al trabajo y elevar su perfil de formación técnica, lo que va a ser un beneficio al país porque la persona aportará a la seguridad social y el fisco.

"Una persona integrada es mas productiva, se va a desarrollar mejor y va a ser capaz de aportar un valor al país con su capital cultural social", dijo el funcionario del ACNUR. EFE