En la sede central de la Ansés, su director ejecutivo, Emilio Basavilbaso, presentó el libro "Análisis y propuestas de mejoras para ampliar la Asignación Universal por Hijo" (AUH), junto con el representante del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés) en la Argentina, Roberto Benes, y la secretaria ejecutiva del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales (Cncps), Gabriela Agosto.

La investigación fue realizada en conjunto por la Ansés, el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, Unicef, la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA), el Centro de Estudios Distributivos Laborales y Sociales (Cedlas) de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de La Plata (Unlp) y el Cncps.

Los análisis realizados muestran que la protección de la niñez en la Argentina produjo importantes avances y que su constante actualización aún requiere significativas mejoras.

En este marco, Basavilbaso sostuvo: "Es una gran alegría presentar este informe sobre una de las principales políticas de la Argentina, de la cual hay poco escrito. Se trata de una reseña precisa de datos y un trabajo en conjunto desde distintos ámbitos. Con la AUH estamos invirtiendo en las nuevas generaciones", y agregó que "desde que asumimos esta gestión llevamos adelante varias medidas para mejorarla: incorporamos monotributistas, aumentamos topes de acceso a las Asignaciones Familiares, incorporamos trabajadores temporarios y aplicamos los aumentos por movilidad en las asignaciones. Además, se sumaron casi un millón de niños a través de los operativos territoriales porque estamos convencidos de que la AUH es fundamental".

Por su parte, Benes indicó: "Un programa como la AUH refleja los valores de Unicef de búsqueda de equidad para cada niño y creación de oportunidades para las nuevas generaciones. Unicef se suma a los esfuerzos del gobierno para mejorar la equidad y cerrar brechas. Esto no es sólo un imperativo ético, es también una inversión inteligente de política pública hacia la creación de capital humano y cohesión social. El estudio que presentamos hoy es un aporte esencial para mejorar el marco de protección social en Argentina. Felicitamos a Ansés y a los otros socios por compartir un compromiso fuerte hacia la infancia y la adolescencia".

Agosto, en tanto, manifestó que "este trabajo que presentamos hoy es el puntapié de una forma de coordinación para la evaluación, monitoreo y registración de datos, porque es necesario evaluar las condiciones de pobreza de cada lugar".

Luego de la presentación se llevó a cabo una exposición de la mesa técnica, en la que participaron el coordinador del trabajo, profesor e investigador de la UBA, Oscar Cetrángolo; el subdirector ejecutivo de Administración de la Ansés, Federico Braun, y la ex directora de Proyectos de Niñez, Adolescencia y Juventud de la Ansés, Angela Oria.

Durante el desarrollo de la mesa técnica, Braun explicó: "Ampliamos la cobertura de la AUH actualizando las bases de datos: existían 1,6 millón de niños que no tenían identificados a sus padres y hoy casi un millón de ellos fueron incluidos gracias al trabajo realizado y con la ayuda del Renaper (Registro Nacional de las Personas)". También estuvieron por la Ansés, su secretario general, Alejo Maxit; el subdirector ejecutivo de Prestaciones, Santiago Ibarzábal, y el director general de Relaciones Institucionales y con la Comunidad, Patricio Piffano, y el director de Cedlas, Leonardo Gasparini.

Conclusiones

• En la Argentina, están protegidos los 87,4 por ciento de niños, niñas y adolescentes (a través de las asignaciones familiares contributivas y no contributivas, deducción por hijo expresada en la declaración del Impuesto a las Ganancias por parte de los trabajadores de mayores ingresos y la AUH), lo que representa aproximadamente a 11,4 millones.

• La AUH se encuentra focalizada en los estratos más vulnerables de la población: durante el segundo trimestre de 2016, alrededor del 84 por ciento de los destinatarios pertenecían a los dos quintiles de menores ingresos, de manera que el 60 por ciento de la población de ingresos más bajos capta la mayor parte de los beneficios.

• Con respecto a las transferencias monetarias de la AUH sobre la pobreza y la desigualdad, desde su creación generó una mejora de casi un 30 por ciento en el ingreso promedio de los percentiles 3 y 4, mientras que este cambio se redujo a cero para el más rico.

• No existe un impacto negativo significativo de la AUH sobre las decisiones de participación económica y la tasa de empleo de los hogares. De este modo, no es posible concluir que el programa haya generado desincentivos al trabajo.